Blog de Alina
viernes, 10 de junio de 2011
martes, 7 de junio de 2011
Una buena alimentación es vital para que el niño crezca sano y fuerte. Comer bien afecta no sólo a su crecimiento físico, sino también a su desarrollo intelectual. Una correcta alimentación del niño durante los primeros años de vida puede repercutir positivamente en su estado de salud, así como en su habilidad para aprender, comunicarse con los demás, pensar y racionalizar, socializarse, adaptarse a nuevos ambientes y personas y, sobre todo, en su rendimiento escolar. Una buena alimentación puede influir notablemente en su futuro.
Consejos para una alimentación infantil
La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Por ello, una dieta saludable es vital para que su crecimiento sea óptimo. Es recomendable no abusar de las grasas vegetales y comer al menos, cinco veces al día frutas y verduras.Una buena nutrición y la práctica de ejercicio es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. La ingesta de nutrientes es distinta en función de las distintas etapas de su evolución.
Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Durante este período, los niños pueden adquirir buenos hábitos alimenticios en lo que se refiere a la variedad y al sabor de las comidas.
Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo de la conducta, el cognitivo, el rendimiento escolar
y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo.
Consejos para una alimentación infantil
La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Por ello, una dieta saludable es vital para que su crecimiento sea óptimo. Es recomendable no abusar de las grasas vegetales y comer al menos, cinco veces al día frutas y verduras.Una buena nutrición y la práctica de ejercicio es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. La ingesta de nutrientes es distinta en función de las distintas etapas de su evolución.
Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Durante este período, los niños pueden adquirir buenos hábitos alimenticios en lo que se refiere a la variedad y al sabor de las comidas.
Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo de la conducta, el cognitivo, el rendimiento escolar
y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo.
Cómo hacer que les gusten las frutas
Los más pequeños suelen mostrarse reacios a consumir fruta, a excepción del plátano, fácil de pelar y de agradable sabor dulce. Sin embargo, se debe promocionar el consumo de todo tipo de frutas, ya que hay ciertas vitaminas o minerales que se encuentran en unas y no en otras. Así el plátano aporta mucho potasio, pero sin embargo, tiene un contenido insignificante de vitamina C.
Más fruta para los niños
- Procura que comiencen el día con frutas. Un vaso de zumo de frutas, rebanadas de plátano, ciruelas o fresas, etc. Darán un enérgico y delicioso comienzo al día, y le ofrecerán además una cantidad alta de fibra, más vitaminas y minerales y nada de grasa.
miércoles, 1 de junio de 2011
Preparate para el verano!!!
Manten la linia!!
Varias dietas y consehos para verano 2011!
1.- Evita el salero en la mesa.
Beneficios del metodo pilates. Estos son evidentes y han sido refrendados por especialistas médicos y fisioterapeutas. El metodo pilates proporciona al cuerpo mas beneficios que los deportes aeróbicos, ya que no busca quemar grasa y calorías sino fortalecer la musculatura y por sobre todo la conciencia corporal. |
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2.- Toma como mínimo un litro y medio de agua al día.
3.- Come una o dos rebanadas de pan al día.
4.- Come una porción de cereal al día.
5.- Busca que los cereales o el pan sean integrales.
6.- Come más de una fruta por día.
7.- Come tres vegetales o un plato de verduras diariamente.
8.- Si necesitas usar aceite, utiliza aceite de maíz.
9.- Evita los aderezos a base de aceites.
10.- Come una o dos porciones por día de carne, pollo o pescado, o sus alternativas de proteínas vegetarianas como tofu, leguminosas, lácteos y derivados.
11.- Quita la grasa de la carne y la piel del pollo.
12.- Consume 200 ml de leche o yogurt por día o, en su caso, 30 gramos de queso bajo en grasa.
13.- Si tienes que consumir comida "rápida" o frita, házlo solo una vez por semana.
14.- Evita las comidas frecuentes con alimentos grasosos, fritos, o que hacen engordar.
15.- Recuerda no dejar de hacer ninguna comida.
16.- Incrementa tu actividad física.
17.- No tomes más de un litro de bebidas con cafeína por día.
18.- Comer es un placer, disfruta tus comidas.
19.- Aprende a modificar tus hábitos alimentarios, e incluye a tus familiares en ello.
20.- Vive feliz y disfruta la vida.
La vida no consiste simplemente en vivir, sino en estar bien. Marcial
D i e t a p a r a m a r c a r l o s m u s c u l o s.
Hay quienes por su constitución consiguen marcar músculo sin tanto esfuerzo, pero hay otros que además de esforzarse en el gimnasio deben seguir una dieta adecuada para alcanzar sus objetivos. Ten presente que para lograr tu objetivo, las dietas y el ejercicio van de la mano.
La dieta para marcar músculos se basa en el aporte óptimo de carbohidratos, proteínas y grasas. Como cualquier otro régimen se debe hacer de manera progresiva, para ir acostumbrando poco a poco al organismo, a los cambios alimenticios.
A continuación encontrará una dieta para marcar músculos, la cual se divide en cuatro semanas.
SEMANA 1
Modera el consumo de pan a sólo dos rebanadas y que sea de tipo integral. En cuanto a la aportación de proteínas, además de pescado, carne y huevos, empieza a comer nueces o incluso una barrita energética entre horas. Algunos dietistas recomiendan tomar proteínas en dosis pequeñas y repartidas (5 o 6 veces) durante el día.
El comer cada pocas horas proporcionas a tu organismo la energía que necesita y, de paso, reduce la cantidad de grasa. Olvídate de los pasteles. Las grasas insaturadas son una buena opción para que el estómago esté tranquilo unas cuantas horas. Opta por una ración de requesón o queso fresco de otro tipo, de sardinas o de nueces. Bebe abundante agua y elimina progresivamente el consumo de alcohol los fines de semana.
SEMANA 2
Incluye en tu dieta patata asada al horno, hervida o cocida, su aporte vitamínico es mayor que si las tomas fritas y su aporte calórico es mucho menor. Las proteínas te ayudarán, más que ningún otro grupo de alimentos a que se te marquen los abdominales (pescado azul, pechugas de pollo, pavo, filetes de solomillo, etc), recuerda tomarlas de la mejor calidad posible y sin grasa
Debes perder el hábito de picar entre horas. La verdura no debe faltar en las comidas principales, pues conseguirás los minerales y vitaminas necesarios para metabolizar la grasa.
SEMANA 3
No abuses del arroz y de la pasta e introduce paulatinamente verduras cocinadas al vapor. Olvídate por completo de los fritos y de la mantequilla. Reduce el consumo de azúcar. Introduce carne a la plancha y poco hecha, que dan un aporte de proteínas esencial. El té verde por la mañana ayuda a perder grasa, a eliminar líquidos y activar el metabolismo. En esta fase el agua es imprescindible para ayudar a tu cuerpo a metabolizar las grasas. Un hombre necesita beber dos litros de agua al día.
SEMANA 4
En esta fase debes controlar la cantidad de azúcares que introduces en el cuerpo. No abuses de los zumos, y cámbialos por agua. No abuses tampoco de la carne, aunque necesites 1,5 g de proteínas por cada kilo de peso corporal. Las encontrarás en las legumbres (judías, lentejas, garbanzos), los huevos o la soja. Para cocinar utiliza la menor cantidad de grasa posible, no más de una cucharada de aceite de oliva al día.
La dieta para marcar músculos se basa en el aporte óptimo de carbohidratos, proteínas y grasas. Como cualquier otro régimen se debe hacer de manera progresiva, para ir acostumbrando poco a poco al organismo, a los cambios alimenticios.
A continuación encontrará una dieta para marcar músculos, la cual se divide en cuatro semanas.
SEMANA 1
Modera el consumo de pan a sólo dos rebanadas y que sea de tipo integral. En cuanto a la aportación de proteínas, además de pescado, carne y huevos, empieza a comer nueces o incluso una barrita energética entre horas. Algunos dietistas recomiendan tomar proteínas en dosis pequeñas y repartidas (5 o 6 veces) durante el día.
El comer cada pocas horas proporcionas a tu organismo la energía que necesita y, de paso, reduce la cantidad de grasa. Olvídate de los pasteles. Las grasas insaturadas son una buena opción para que el estómago esté tranquilo unas cuantas horas. Opta por una ración de requesón o queso fresco de otro tipo, de sardinas o de nueces. Bebe abundante agua y elimina progresivamente el consumo de alcohol los fines de semana.
SEMANA 2
Incluye en tu dieta patata asada al horno, hervida o cocida, su aporte vitamínico es mayor que si las tomas fritas y su aporte calórico es mucho menor. Las proteínas te ayudarán, más que ningún otro grupo de alimentos a que se te marquen los abdominales (pescado azul, pechugas de pollo, pavo, filetes de solomillo, etc), recuerda tomarlas de la mejor calidad posible y sin grasa
Debes perder el hábito de picar entre horas. La verdura no debe faltar en las comidas principales, pues conseguirás los minerales y vitaminas necesarios para metabolizar la grasa.
SEMANA 3
No abuses del arroz y de la pasta e introduce paulatinamente verduras cocinadas al vapor. Olvídate por completo de los fritos y de la mantequilla. Reduce el consumo de azúcar. Introduce carne a la plancha y poco hecha, que dan un aporte de proteínas esencial. El té verde por la mañana ayuda a perder grasa, a eliminar líquidos y activar el metabolismo. En esta fase el agua es imprescindible para ayudar a tu cuerpo a metabolizar las grasas. Un hombre necesita beber dos litros de agua al día.
SEMANA 4
En esta fase debes controlar la cantidad de azúcares que introduces en el cuerpo. No abuses de los zumos, y cámbialos por agua. No abuses tampoco de la carne, aunque necesites 1,5 g de proteínas por cada kilo de peso corporal. Las encontrarás en las legumbres (judías, lentejas, garbanzos), los huevos o la soja. Para cocinar utiliza la menor cantidad de grasa posible, no más de una cucharada de aceite de oliva al día.
martes, 24 de mayo de 2011
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